jueves, 1 de diciembre de 2011

EL OPERATIVO ANTISINDICAL DE CFK

Por: Manolo Romano

Ante la gran corporación patronal de la Cámara Argentina de la Construcción, la presidenta prometió reformar la Ley de Aseguradoras de Riesgos de Trabajo “para terminar la industria del juicio”. Otra concesión de Cristina a los empresarios como Carlos Wagner, jefe de la CAC, o Aldo Roggio, que vienen reclamando “disminuir costos” ante los 605.566 accidentes laborales que se producen al año, más de 2.000 por día, que computa el propio Ministerio de Trabajo sólo en los trabajadores en blanco, sin contar que en los no registrados, con peores condiciones de explotación, las cifras son cualitativamente superiores. Dentro de este flagelo para la clase trabajadora, la actividad laboral en la construcción, con uno de los más altos porcentajes de trabajo “en negro” del país, es justamente la rama de la producción capitalista causante de mayor cantidad de muertes obreras. Así y todo, Cristina Kirchner no tuvo empacho en elogiar al jefe de la UOCRA Gerardo Martínez -denunciado por delator al servicio de la dictadura de Videla infiltrado en el movimiento obrero y jefe de la CGT durante el menemismo - porque, “en la industria de la construcción es donde más armonía hay entre los trabajadores y los empresarios”.
En contra de estas evidencias, la forma que han encontrado los propagandistas oficiales para hacer pasar el giro a la derecha por correcciones de “sintonía fina del modelo”, tiene algunas aristas “ingeniosas”.
Una de ellas es presentar la declaración jurada de “renuncia” al subsidio de las tarifas de los servicios públicos como un acto de “auto-conciencia nacional” y un aporte “patriótico” cuando, en realidad, se trata de hacer cargo a la población de mantener la rentabilidad de las privatizadoras de la energía y los recursos naturales, en su mayoría multinacionales extranjeras.
Otra de las “pensadas” maniobras discursivas es la teoría que dice que el reaccionario plan de “disciplinamiento” a los sindicatos estaría justificado porque representan a “la cúpula” de la clase trabajadora, de más altos salarios, y hay que “pensar en los que menos tienen”. En función del operativo antisindical de limitar las acciones de lucha, las editoriales de Página/12 destilan datos sobre la desigual distribución de la masa salarial al interior de la clase trabajadora y, robando del arsenal del marxismo, llegan a hablar de una “aristocracia obrera”. Las mentiras más grandes son las que más se parecen a la verdad. El gobierno se aprovecha del hecho que la burocracia sindical de la CGT deja por fuera de la organización gremial a millones de precarizados y trabajadores en negro. Según los voceros de Cristina, los que tienen un empleo registrado “tienen que cuidarlo” y ajustarse en sus demandas. No sólo los sectores mejores pagos por los que reclama Moyano deberían aguantarse que se les aplique el mal llamado “impuesto a las ganancias” que, en realidad, es un recorte al salario con el “mínimo no imponible”. Tampoco los trabajadores bajo convenio, cuyos sueldos no cubren la canasta familiar, deberían reclamar “irresponsablemente” y aceptar el tope al aumento de salarios que el gobierno pone en el 18%, claramente por debajo de la inflación, y menos que menos interrumpir el tránsito o paralizar los transportes mediante acciones de huelga y de protesta. En fin: después que en 8 años de crecimiento récord el kirchnerismo, apoyándose en la burocracia de la CGT, vino garantizando que las negociaciones paritarias dejen fuera de discusión el blanqueo de la mitad de la clase trabajadora, ahora se arrogan la defensa de los trabajadores peores pagos y en peores condiciones laborales: una maniobra para que todos acepten salarios más bajos y continúe la precarización laboral como hasta ahora.
Mientras un grupo de “sindicalistas modelo”, como Martínez, Andrés Rodríguez de UPCN o los ultraoficialistas Caló de la UOM o Pignarelli del Smata se arrastran ante Cristina y el oficialismo postulándose como sucesores de Moyano (algunos incluso como Dragún del Smata cordobés entrando al gobierno de De la Sota como ministro de Trabajo), el resto de las fracciones de la burocracia sindical se ha declarado contra el tope salarial en las próximas paritarias. Coincidieron con Moyano en rechazar el techo del 18% tanto Luis Barrionuevo de la CGT Azul y Blanca, como el “gordo” Lezcano de Luz y Fuerza, entre otros. Pero esta coincidencia con el jefe cegetista no pasa de un frente único defensivo ante el ataque del gobierno al salario de su base social. Por ahora, el giro oficial ha exacerbado las disputas, divisiones y realineamientos dentro del campo de la burocracia sindical. Moyano, aun para negociar un mejor tratamiento oficial, habla de relanzar el opositor MTA si el gobierno insiste en desplazarlo de la conducción de la central. No es de descartar, finalmente, algún tipo de arreglo entre el gobierno y la CGT. A eso apuntan algunas declaraciones de Plaini, uno de los voceros del moyanismo: “el gobierno representa a los 40 millones de argentinos, nosotros representamos a nuestros trabajadores”, dando a entender un intento negociador de los cegetistas con la presidenta después del 54% de los votos.
En perspectiva, el gobierno no puede prescindir totalmente de la burocracia sindical y la CGT pondrá en juego esa necesidad del peronismo gobernante de contar con sus servicios. El tironeo es porque la necesitan disciplinada y adaptada a los nuevos tiempos del giro cristinista ante la crisis internacional. En la pulseada en Aerolíneas que cubrimos en estas páginas, hay proyectos en danza para reglamentar el derecho a huelga en los llamados “servicios esenciales”. Sería un grave antecedente si logran imponer contra los trabajadores aeronáuticos tal cosa que mañana podrían extender sobre los trabajadores del subte que el gobierno intenta poner bajo la órbita de Macri, o contra los trabajadores de la salud que, como se vio con las luchas de los hospitales en Córdoba o Neuquén, serán parte de los conflictos con los trabajadores estatales que los gobernadores, en el marco del ajuste del gasto fiscal, se preparan para enfrentar, como recientemente en la reprimida manifestación de empleados públicos en el Chaco del cristinista Capitanich.
Como parte de los aprestos para alistar a los “poderes reales” del régimen detrás del giro a la derecha de Cristina, el gobernador Scioli mantiene en su cargo al derechista Ministro Ricardo Casal y acuerda la designación de nuevos comisarios en la cúpula de la Policía con los distintos intendentes pejotistas. En una muestra clara de la aceitada relación entre los Barones y la Bonaerense :“los candidatos a la promoción a comisario general eran los comisarios mayores Mario Briseño -lo apadrinaría el intendente de Tres de Febrero, Hugo Curto-; Jorge Nasrala -conocido del intendente de Tigre, Sergio Massa-; Gustavo Reale -lo auspiciarían el intendente de José C. Paz, Mario Ishii, y el senador Roque Cariglino-; Mario Otero -avalado por Aníbal Fernández-; Carlos Perillo -allegado a los intendentes de Almirante Brown, Enzo Giustozzi, y de Ezeiza, Alejandro Granados-; Héctor Maggi -impulsado por el intendente de Bahía Blanca” ( La Nación, 30/11).
La situación que se ha abierto en el país -que hoy se presenta con un gobierno fortalecido ocupando el centro de la escena- transita hacia mayores enfrentamientos de clase en los que volverá la tendencia a desbordar a una burocracia sindical fraccionada y desprestigiada, y posibilitarán la experiencia política con el kirchnerismo que ha decidido enfrentar los reclamos de la clase trabajadora.

viernes, 7 de octubre de 2011

EL FRENTE DE IZQUIERDA ANTE LA CRISIS CAPITALISTA


Por: Frente de Izquierda y de los Trabajadores
Ya nadie habla de “blindaje”, “desacolple”, ni de la “solidez del modelo”: los bancos y los grandes capitales están sacando decenas de miles de millones de dólares de Argentina, la producción industrial ha comenzado a caer y se están cortando las horas extras en las principales empresas; la inflación sigue sin parar. La fábrica Alpargatas de la localidad tucumana de Aguilares suspendió a 1.300 trabajadores por diez días, mientras que Fiat Córdoba amenazó hacer lo mismo con 400 obreros.
Los especuladores y los monopolios capitalistas se llevan del país los beneficios que obtuvieron con la explotación obrera y con los cuantiosos subsidios o créditos que recibieron del gobierno. Fugan esos fondos para rescatar a sus casas matrices de la quiebra y para prevenirse de una fuerte devaluación del peso. Entretanto, al calor de la recesión mundial, el precio de la soja se desplomó en las últimas semanas.
¿Qué hace el gobierno frente a esta sangría y que plantean los que se dicen opositores? El gobierno está financiando esta fuga de capitales con la entrega de las reservas del Banco Central y de la Anses. ¡Se está usando la plata de los jubilados y los aportes de los trabajadores a la Anses para rescatar al capital!
Los trabajadores estamos pagando la bancarrota capitalista.
¿Qué propone el gobierno de aquí en más?
Propone buscar financiamiento en el exterior a la tasa usuraria del 10% anual; el cordobés Schiaretti, el bonaerense Scioli, el porteño Macri ya lo están haciendo con el aval del gobierno de la Nación.
Prepara, igualmente, tarifazos, como ya ocurre con la nafta y la electricidad.
Apoya a las burocracias sindicales que en 2009 dejaron pasar miles de despidos de contratados y cierres de empresas, como Paraná Metal y Massuh.
La llamada oposición apoya estas medidas antinacionales y antiobreras. La factura de deudas y rescates que exige el capital es una carga demasiado pesada para la mayoría que trabaja, que hoy cobra un salario promedio de 2.800 pesos.
El Frente de Izquierda plantea una salida frente a la desorganización económica y la sangría que preparan los capitalistas contra el país y sus trabajadores:
1. Ningún despido ni suspensión. Reparto de las horas de trabajo disponibles entre todos los trabajadores ocupados y desocupados sin afectar el salario. Salario mínimo igual a la canasta familiar, indexado con la inflación, y 82% móvil para los jubilados. Pase a planta permanente de todos los contratados.
2. Ningún tarifazo contra el pueblo. Basta de financiar las ganancias de los capitalistas privatizadores: renacionalización del petróleo, el gas, los ferrocarriles y los servicios privatizados para ponerlos a funcionar bajo el control de sus trabajadores.
3. Eliminación del IVA y de todo impuesto al salario. Comités obreros y populares de control de precios.
4. Impuestos progresivos a las grandes fortunas y a las ganancias financieras, agrarias e industriales.
5. Prohibir de inmediato la remisión de utilidades y dividendos al exterior.
6. Cese del pago de la deuda externa usuraria.
7. Abrir los libros de las corporaciones económicas, y establecer el control obrero.
8. Expropiación de los bancos privados y la concentración de todo el sistema de crédito en manos del Estado: por una banca nacional única. Nacionalizar el comercio exterior, y establecer con sus recursos un fondo para la reindustrialización nacional, vivienda y obra pública bajo control de los trabajadores.
9. Cese de la intervención de la Anses, por un directorio electo y revocable por los jubilados y los trabajadores.
Para evitar que la crisis la paguen una vez más los trabajadores, es necesario luchar por recuperar los sindicatos y las organizaciones obreras que hoy se encuentran en manos de la burocracia sindical, defender a los delgados y activistas antiburocráticos de toda persecución, rodear de solidaridad activa cada conflicto contra las suspensiones, despidos y cierres de empresas. Es necesario poner en pie una alternativa política de los trabajadores en las calles y en el Congreso para evitar que la crisis capitalista se lleve puestas las conquistas sociales de los trabajadores.
El 23 de Octubre, votemos al Frente de Izquierda y de los Trabajadores
FRENTE DE IZQUIERDA y de los Trabajadores
PARTIDO OBRERO
PARTIDO DE LOS TRABAJADORES SOCIALISTAS
IZQUIERDA SOCIALISTA

CRISTINA PERSIGUE AL SINDICALISMO DE IZQUIERDA

Por: Manolo Romano
Si la causa armada por Aníbal Fernández contra el dirigente ferroviario Rubén “Pollo” Sobrero fuese una operación que el Jefe de Gabinete de CFK hizo por su cuenta estaríamos, entonces, ante flor de conspiración del “duhaldista portador sano”, como se autodefinió Fernández, contra su propio gobierno. Tratándose, además, del candidato a primer senador del FPV, esa posibilidad es tan inverosímil como las “pruebas” presentadas por la “inteligencia” policial a la Justicia y que intentan culpar a Sobrero y a los ferroviarios de quemar vagones.
Más bien se demuestra que la prédica permanente de Cristina Kirchner contra el sindicalismo de base y la izquierda -que la presidenta volvió a repetir hace algunas semanas difamando a los delegados de subte-, es llevada de las palabras a los hechos por su propia tropa. Lo certifica que la operación haya sido difundida por el diario Tiempo Argentino, el vocero del núcleo duro de los K, y por los inefables periodistas de 678, los mismos que, apenas asesinado Mariano Ferreyra, divulgaron la teoría de “la conspiración duhaldista”. Otra prueba contundente es la denuncia de los periodistas de Télam sobre la orden de Abal Medina, una primera espada del cristinismo, de censurar en la agencia oficial la cobertura de la marcha por la liberación de Sobrero del pasado lunes. Con todo, la operación fue desbaratada, Sobrero liberado y el gobierno sufrió una importante derrota política. Sin embargo, el juez que trató de “infeliz” a la Policía Federal que nutrió la causa, mantiene imputados a Sobrero y al ex ferroviario Portorreal, y ahora propone pasarlos de la sartén al fuego pidiendo la intervención de la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE), un aparato montado para espiar a los luchadores sociales y opositores políticos que debería ser disuelto. Se necesita una comisión investigadora independiente con plenos poderes y encabezada por los ferroviarios que investigue hasta el final quién y cómo armó esta causa, que saque a luz las verdaderas relaciones entre el gobierno y la empresa concesionaria del Sarmiento, y termine de derrotar esta verdadera provocación con la que buscan desprestigiar y debilitar a las organizaciones de base como es el cuerpo de delegados del Sarmiento al que pertenece Sobrero.
La persecución por parte del gobierno y la Justicia contra el sindicalismo opositor a la burocracia debemos verla como un preparativo de la clase capitalista ante la crisis que viene. Cristina intenta mostrar que, a pesar de la crisis mundial, todo marcha bajo control y hasta se anima a proyectar un “plan estratégico industrial” para el 2020, prometiendo más empleo. En el anuncio, en una fábrica de motos en Venado Tuerto, estuvieron las representantes de “corporaciones” más importantes para Cristina, las de la patronales de la UIA: Miguel Acevedo de Acindar que acaba de anunciar un plan despidos y rebaja salarial de contratados en sus plantas; Federico Nicholson del monopolio agroindustrial Ledesma, patronal genocida del Apagón del ‘76 que volvió a aportar logística para asesinar a los que ocuparon tierras en Jujuy; Luis Betnaza de la poderosa Techint junto a los jefes industriales oficialistas como De Mendiguren, el empresario de la rama textil donde hoy ya campea la crisis como trascendió con las 1.300 suspensiones de Alpargatas. En tanto, el ultraoficialista Página/12 se ve obligado a consignar que “Del lado gremial, en cambio, apenas se registró el acompañamiento de dirigentes metalúrgicos (Antonio Caló y Naldo Brunelli) y del gremio de mecánicos (Mario Manrique y su sucesor a partir de diciembre, Ricardo Pignanelli), en un acto que tuvo claramente a ambos gremios ‘jugando de local’”. Es significativo que los dirigentes del SMATA hayan sido los voceros públicos del plan patronal de suspensiones de FIAT en Córdoba y que estos sean los “caballos del comisario” del oficialismo para reemplazar a Moyano en la CGT.
Los ataques persecutorios al sindicalismo de izquierda son originados por denuncias de las patronales contra acciones de los trabajadores y sus delegados de base ejerciendo el derecho a huelga, como sucedió en Kraft o en Fate, o directamente por el Estado y su Justicia, en el caso de los cortes de vías por los que pretenden condenar a los dirigentes ferroviarios de La Bordó y las agrupaciones opositoras del Roca por luchar contra la tercerización, o en el de los cortes de rutas para impedir el cierre de fábrica, como las causas que pesan sobre más de 50 militantes del Sindicato Ceramista de Neuquén y, otra vez, sobre la comisión interna de Kraft que cortó la Panamericana en repudio al asesinato de Mariano Ferreyra. El encarcelamiento en Santa Cruz del delegado petrolero Oñate de Las Heras y el reciente intento de meter preso a Sobrero, son saltos en estos ataques. La burocracia sindical también es parte activa de la persecución a los nuevos delegados combativos. Ni hablar en la UF que ahora debería estar sospechada de fogonear la operación contra Sobrero justo cuando va a cumplirse un año del asesinato de Barracas. Pero también las patotas de la UTA contra el subte y los choferes de la 60, o las de la UOCRA como en Santa Cruz contra los docentes en huelga, y los ataques a los fueros sindicales de los delegados opositores, mediante expulsiones y sanciones como hizo la directiva del SMATA Córdoba contra Hernán Puddu de FIAT-IVECO, o los de la UOM de Campana junto a la patronal de Siderca-Techint contra el delegado clasista Guillermo Bentancourt, ambos por llevar adelante decisiones de asambleas de trabajadores contra los acuerdos de la burocracia con las patronales. Hay que recordar al propio Moyano acusando de “ultraizquierdistas” a Poke Hermosilla y los delegados de Terrabusi en plena lucha contra los despidos masivos de la patronal yanqui, días antes que Scioli enviara la Bonaerense contra los obreros y obreras en lucha. Por todo esto, no es casual que el comunicado de la CGT rechazando la detención de Sobrero fuese visto como un reacomodamiento oportunista ante la ofensiva judicial contra sectores de la propia burocracia y, fundamentalmente, ante el corrimiento del eje de la alianza de gobierno de Cristina donde la burocracia aparece en un rol más subordinado y se menean planes oficiales para la sucesión de Moyano. No obstante, el giro táctico cegetista habilitó a la exigencia al paro nacional por la liberación de Sobrero que correctamente hicimos desde el importante acto unitario en Plaza de Mayo que protagonizaron los ferroviarios, el sindicalismo de base y la izquierda. Pero, sobre todo, la operación montada contra Sobrero muestra lo que pueden esperar los luchadores anti burocráticos y clasistas en el próximo gobierno de Cristina, y reafirma la necesidad de impulsar unitariamente la propuesta que desde el PTS venimos planteando a todas las fuerzas integrantes del Frente de Izquierda: una corriente de independencia de clase en los sindicatos, como la que ya se está organizando con el periódico Nuestra Lucha, que siente las bases para un partido de la clase trabajadora capaz de cambiar la relación de fuerzas y vencer a los capitalistas.
Este 20 de octubre, a un año del asesinato de Mariano Ferreyra, marcharemos nuevamente para que vayan a la cárcel todos los responsables del crimen: desde la patota de la UF de Pedraza hasta los cómplices de la administración de la UGOFE entre los funcionarios gubernamentales y los empresarios, incluyendo a la Policía Federal que, manejada por Aníbal Fernández, liberó la zona. En Plaza de Mayo pondremos en pie una tribuna que, luego de haber conseguido la liberación de Sobrero, reclamará su desprocesamiento y el de más de 4000 luchadores procesados por ejercer su legítimo derecho a la protesta en todo el país. La columna del PTS se prepara para marchar junto al Frente de Izquierda convocando, en cada lugar de trabajo y estudio, a la participación activa, en primer lugar, a todos los que apoyaron con su voto al FIT contra la proscripción del régimen así como a las organizaciones sindicales, sociales, estudiantiles y de derechos humanos, a movilizarse a Plaza de Mayo el 20 para defender a los luchadores obreros y de la izquierda que están siendo perseguidos por la justicia, las patronales y el gobierno.

viernes, 16 de septiembre de 2011

OCHO AÑOS DE “MODELO K” Y LA REINDUSTRIALIZACIÓN NO APARECE


Por: Esteban Mercatante
Aunque diariamente los medios oficialistas publican los logros de la industria local, y algunos datos resultan a primera vista impactantes (como es el caso de la capacidad de producción actual de la industria automotriz), un análisis de los mismos permite ver que la “industria pujante” que presenta el ministro de Economía y candidato a vicepresidente Amado Boudou, en varios aspectos no lo es.
No se revierte la desindustrialización
Luego de 8 años de gobiernos K, este sector privilegiado en los discursos oficiales, representa una proporción menor de la economía nacional (el 17% del Producto Interno Bruto, PIB) que la que tuvo en promedio en los ‘90 (19% del PIB), según señala El economista en el artículo “La industria crece a pesar de los desafíos” (9/11/2011). Aunque otros muestran una participación mayor (18,8% del PIB) en ningún caso llega a recuperar el promedio de la década anterior. Durante el primer año pos devaluación la industria creció más que la economía, desde 2003 en adelante siguió creciendo, pero a igual o menor ritmo que el resto de la economía.
Este magro desempeño relativo de la industria, se debe, para Martin Schorr, un crítico amistoso de la política oficial, “a la relativamente baja inversión respecto a las altas ganancias de las grandes empresas, en particular entre 2004 y 2007 [que tienen] niveles holgadamente superiores a los de la convertibilidad” (“Más allá del dólar alto”, Le monde diplomatique, Buenos Aires, setiembre de 2011). Las altas ganancias que viene obteniendo la burguesía se reinvierten sólo parcialmente, lo cual significa que el capitalismo local no sólo se sostiene en base a una elevada tasa de explotación basada en la precarización de la fuerza de trabajo para mantener los salarios planchados (en términos reales hay poca recuperación desde 2001, aunque el consumo a crédito permita taparlo por el momento); ni siquiera es capaz de convertir esto en una fuente que eleve significativamente las capacidades productivas.
La industria “maquila”
Martin Schorr señala otro rasgo clave de la economía Argentina durante estos años de gobiernos “neodesarrollistas”, y es que “se fortaleció un perfil exportador muy volcado a la explotación de recursos naturales y la armaduría automotriz”.
“Armaduría” es un término que podría extenderse a otras ramas de la industria argentina, entre las que están las beneficiadas por las promociones industriales que se actualizaron en estos años, para incluir nuevos productos como celulares y notebooks, cuyo componente importado alcanza proporciones altísimas, siendo casi nulas las piezas manufacturadas localmente.
Lo limitado de la recuperación de la industria local pasados dos gobiernos K, también lo ilustra otro dato más dramático, que golpea directo a la “niña mimada” del modelo, es decir la industria automotriz. Según estimaciones en base a los datos de la primera mitad del año por cada vehículo que sale de las terminales locales, se importan autopartes por casi 15.800 dólares. Por supuesto, no todos los componentes importados ingresan a la producción, ya que una parte de lo importado se dirige a los comercios de repuestos. Sin embargo, considerando la explosión que tuvo el volumen importado (US$ 12.200 por auto en 2010, US$ 11 mil por auto en promedio en los 6 años anteriores, y US$ 15.800 hoy) se puede ver que cuantos más autos se producen, más se importa por auto producido, poniendo de relieve las consecuencias del desguace de la industria local durante las décadas previas, que hacen que no haya autopartistas locales para proveer a las terminales. Algo que no ha sido revertido durante estos años, sino todo lo contrario. Basta recordar el caso de Paraná Metal. La consecuencia es que el crecimiento de la industria automotriz, lejos de poder ser evaluado por el gobierno como algo netamente positivo, también es motivo de preocupación, dado que está dejando menos dólares de saldo comercial (la diferencia entre lo que se exporta al exterior y lo que se importa) en un momento donde la fuga de capitales hace necesario cuidar cada dólar, y aparte se los precisa para pagar la deuda.
Falta agregar otro dato que es aún más lapidario: “Los 15.800 dólares que se importan por cada auto fabricado aquí coinciden casi con exactitud con el valor promedio que tiene cada vehículo argentino que se exporta”. Considerando que se importa por un valor equivalente al que se exporta, podríamos decir que el valor agregado de las exportaciones automotrices, tendería entonces... a US$ 0! El auto se vende en el extranjero, a un valor casi igual al de las piezas que se importaron para fabricarlo, “regalando” el trabajo realizado en el mercado local, y los componentes producidos localmente, que no se cargan al precio del comprador extranjero. Pero claro, no es que a las automotrices les agarre un arranque de generosidad, y en pos de engrandecer la Argentina, exporten a pérdida para traer dólares al país, ni nada que se le parezca. Son los compradores del mercado local quienes solventan con un sobreprecio, aquella parte del valor que se “pierde” en la exportación. El encarecimiento de los vehículos en el mercado local es el correlato necesario de la “pujante” exportación automotriz que tanto festeja el gobierno, en las condiciones actuales de esa industria en el país. De esta forma, la industria mantiene altas ganancias, es una aspiradora de dólares que se hace más preocupante cuanto más produce, y los coches siguen siendo un bien a adquisición onerosa en el país para solventar las exportaciones, a “pura pérdida” de dólares y de trabajo local.
Ni “neodesarrollismo” discursivo ni ortodoxia aperturista
Por supuesto, no podemos sacar la conclusión, como hace el economista liberal y bloguero Lucas LLach, de que esto se resolvería liberando las exportaciones, ya que supuestamente de esta forma se darían los incentivos para incrementar la eficiencia de la industria. Los problemas productivos extendidos en todos los eslabones de la cadena, difícilmente se resuelvan con una medida como ésta. La conducta empresaria en ramas que no tienen las restricciones de la automotriz, tampoco inducen a pensar que esta apertura tenga gran impacto sobre el accionar capitalista. Como plantea Schorr en el artículo que citamos, la baja reinversión de ganancias ha caracterizado a toda la cúpula industrial, no sólo a algunas industrias. Los empresarios PYME tampoco tuvieron una conducta distinta.
La conclusión, es que ni el “neodesarrollismo” discursivo, que en los hechos no se traduce en otra cosa que dar subsidios a empresarios que invierten poco, ni la ortodoxia aperturista pueden resolver un problema con profundas raíces estructurales que determinan el accionar empresario en la economía semicolonial argentina. Para saldar la brecha entre excedente económico apropiado por el capital y acumulación, no se trata de uno u otro de estos caminos, sino de atacar el problema de raíz: expropiar a los expropiadores capitalistas para reorganizar la producción de acuerdo a las necesidades sociales, evitando la dilapidación de riqueza que impone la burguesía.

JULIO LÓPEZ: MARCHAMOS CONTRA EL ENCUBRIMIENTO Y LA IMPUNIDAD



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ESTE DOMINGO miles marcharemos en La Plata y Capital exigiendo la Aparición con VIDA de Julio López.
El Estado sigue sin buscar a los culpables de su secuetro en las madrigueras de la Bonaerense y demás fuerzas represivas y de inteligencia.
En cuatro años de mandato Cristina Fernández no nombró ni una sola vez públicamente a López.
Mientras tanto, los impulsores del genocidio, el empresariado nacional y transnacional, siguen amasando enormes fortunas y actúan en común con el propio Estado cuando se trata de reprimir (y hasta asesinar) a los trabajadores que luchan.

jueves, 25 de agosto de 2011

VIVA LA LUCHA DE ESTUDIANTES Y TRABAJADORES EN CHILE


Al cierre de esta edición culminaba la primera jornada del paro nacional de 48 horas convocado por la Central Única de Trabajadores de Chile. Luego de la masiva jornada de lucha del domingo 21/8, el primer día de cortes, barricadas y marchas se inscribe en la enorme movilización estudiantil que comenzó hace 3 meses en demanda de la educación gratuita y el fin del modelo educativo elitista heredado del pinochetismo. Entrevistamos a Bárbara Brito, estudiante, ex consejera Facultad Filosofía y Letras de la Universidad de Chile, miembro de la asamblea de Filosofía y militante del Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR), organización hermana del PTS en Chile.
¿Cómo se desarrolló el primer día de paro de la CUT?
En el marco de los 3 meses de lucha estudiantil, el día domingo se realizó una importante jornada. Fue una especie de medición para nosotros de lo que venía siendo el proceso de movilización y también un anticipo de lo que se venía. Participaron alrededor de 1 millón de personas en una actividad cultural y familiar. El gobierno quiso opacarlo diciendo que no habían ido más que 100.000 personas. Después de esto nosotros vimos que la movilización del 24 y 25 se venía fuerte. La CUT, Central Única de Trabajadores de Chile, había establecido un cronograma de cortes de calle el primer día, y el segundo día de movilización con 4 puntos de concentración. La movilización de hoy, que fue el primer día del paro, empezó en realidad la noche anterior con grandes cacerolazos en diferentes lugares. Después de los cacerolazos se hicieron tomas masivas de universidades y colegios para preparar los cortes de calle que se hicieron entre las 5 y las 7 de la mañana. Hoy se vio de vuelta la capacidad de lucha y de combatividad de los estudiantes, como en la facultad de Filosofía, que salimos a las calles a hacer barricadas y pusimos en pie comisiones de autodefensa. Además hay redes territoriales y barricadas masivas con otros colegios y universidades. Los dos puntos más importantes fueron la USACH y la Facultad de Filosofía y Humanidades, además en el centro de Santiago se levantaron más de 18 barricadas masivas. Esto fue lo central del primer día de paro de la CUT. La gente que se había movilizado a la mañana en los cortes y marchas territoriales, volvía ahora a la noche a las plazas de sus comunas y sus territorios a movilizarse.
Lo que más ha llamado la atención es la combatividad con la que hemos salido a luchar, y denunciamos la represión desatada por la policía heredera del pinochetismo con golpes y detenciones.
¿Hubo algún tipo de preparación de las acciones por parte de la central sindical y las organizaciones estudiantiles?
La CUT, que está dirigida por la Concertación y el Partido Comunista, tenía fijado este paro desde el año pasado. No fue su política ni adelantar el paro en el contexto de 3 meses de lucha estudiantil ni prepararlo desde la base, con asambleas con delegados, con los trabajadores en cada fábrica, cada colegio, los profesores, con los trabajadores de la educación, del sector público. Lo que más se paralizó fue el sector de servicios, sobre todo lo que tiene que ver con la universidad, los profesores, ha parado un sector del trasporte y un sector de los mineros, pero la burocracia del Partido Comunista no ha sido capaz de ponerse a la altura de la movilización y la situación actual. Los estudiantes, en cambio, son uno de los motores de la lucha que se está viviendo actualmente y pueden ser una base de apoyo para que la clase trabajadora se pueda sumar a esta movilización. Porque son los hijos de los trabajadores también los que están luchando por la educación gratuita, no elitizada, financiada 100% por el Estado y laica.
¿Cómo fue la participación de ustedes en la jornada de hoy y qué se espera para el segundo día de paro?
Desde el Partido de los Trabajadores Revolucionarios organizamos desde las bases barricadas en distintos puntos de Santiago, y eso se dio a partir de comisiones, y no por fuera de las facultades como suelen hacer las organizaciones de izquierda que dirigen el movimiento estudiantil, sino con asambleas masivas coordinadas con distintos colegios, universidades y territorios. Hemos logrado levantar barricadas masivas, enfrentando a la policía. Además planteamos en cada asamblea el cuestionamiento al papel de la CUT y sus dirigentes y el papel que están cumpliendo los dirigentes de la Confech con reuniones cerradas, porque no hacen reuniones abiertas, asambleas abiertas, con delegados mandatados y revocables. No existe ningún organismo fuerte como fue la Asamblea Nacional de Estudiantes Secundarios de 2006. Actualmente la Confech es un organismo burocrático. Esta ha sido una de nuestras grandes peleas en estos días. A la par de organizar la movilización en las calles, cuestionar firmemente el rol que ha cumplido el Partido Comunista en este proceso de lucha.
Esta lucha la llevamos adelante no solo en Santiago, sino que desde el PTR como partido a nivel nacional, venimos actuando en varias partes de Chile. En Arica se realizó una de las manifestaciones más importantes, están movilizándose 4.000 personas y ahora más de 12.000 están en las calles. Y es un buen augurio para lo que va a ocurrir seguramente mañana con marchas masivas, aunque también deberemos enfrentar la represión.
En Antofagasta venimos impulsando desde las bases en las Facultades, en la Universidad Católica del Norte donde el compañero Cristian Vilches, secretario de la Federación, también ha impulsado firmemente la lucha, organizando las barricadas, los cortes de calles y apoyando el paro indefinido de profesores. Nosotros creemos que este ejemplo tiene que replicarse en todo Chile y que el Colegio de Profesores, también dirigido por el Partido Comunista, debe convocar un paro indefinido a nivel nacional. En Valparaíso, en los colegios industriales y la Universidad, también se vienen desarrollando combativas manifestaciones, que enfrentaron la dura represión de la policía.
¿Cuál es el programa que viene levantando el PTR ante la lucha estudiantil y ahora ante el paro de la CUT?
En la actual situación nacional, nosotros creemos que es necesario levantar las demandas educativas como es la educación gratuita, ingreso irrestricto, cogobierno universitario, y también un organismo de lucha con delegados mandatados y revocables para poder potenciar la pelea y que nosotros como estudiantes podamos no solo participar sino también discutir y llevar adelante las acciones. Por otra parte, es necesario cuestionar y profundizar la pelea contra este antidemocrático régimen político heredero de la dictadura de Pinochet. En este sentido creemos que es necesario pelear por una Asamblea Constituyente en base a la movilización de los trabajadores y el pueblo. Y esto es un punto central. Porque hasta ahora se viene planteando un plebiscito de parte de las direcciones y esa no es la salida y, por el contrario, quiere llevar las movilizaciones a la mesa de negociación. Es importante que podamos unificar nuestra lucha de estudiantes secundarios y universitarios con la entrada de los trabajadores al proceso que hoy estamos viviendo. En este sentido, seguir cuestionando el debilitado régimen político de la derecha y la Concertación, heredero de Pinochet, es una de nuestras demandas principales.

EL DESPERTAR OBRERO, LA LUCHA POR LA VIVIENDA Y LA CONSTRUCCIÓN DE UNA IZQUIERDA DE LOS TRABAJADORES EN JUJUY


Se mantiene una situación indefinida en la lucha por la vivienda. De un lado, el gobierno apuesta a desactivar las tomas con su proyecto de “lotes para todos los que lo necesiten”, un plan demagógico, que por ahora, no brinda ninguna solución segura para las miles de personas inscriptas. Del otro lado, las familias trabajadoras que no confían en el gobierno o tienen sus dudas, mantienen los asentamientos en Ledesma y en la zona de Perico y los valles tabacaleros. Como dijimos, se trata de una dura lucha y que va a estar llena de obstáculos.
El plan del gobierno kirchnerista es claro. Demagogia y engaño para miles ofreciendo una promesa de lotes (y no de vivienda) y represión y persecución para los sectores más combativos de los asentamientos. Un sello ya registrado del gobierno de Cristina y sus gobernadores que aplicaron este año a los docentes y a los petroleros en Santa Cruz y que cuenta con más de 4.000 luchadores procesados en todo el país. No podemos dejar de lado que tras el triunfo electoral seguramente el kirchnerismo utilice el amplio apoyo para profundizar los ataques a quienes no se conformen con sus migajas, como está ocurriendo en Jujuy en estos momentos, por un lado la campaña “un lote para cada jujeño” y por el otro, detenciones y allanamientos de trabajadores solidarios con los asentados en el epicentro de los asentamientos, Libertador Gral. San Martín.
El gobierno kirchnerista defiende a sangre y fuego la propiedad del genocida Blaquier
Justamente en la actual lucha por la tierra en Ledesma el gobierno nacional se juega una carta importante, al tratarse de preservar la propiedad privada de la oligárquica familia Blaquier frente a la acción directa de las tomas y a mantener impune a un gobierno socio en los negocios de la empresa Ledesma. Como lo es, el jefe de la bancada del PJ en la Legislatura de Jujuy, Rivarola, que transporta sólo de ida con su cadena de camiones, azúcar y demás productos de Ledesma a las provincias centrales, para a la vuelta, traer repletos sus camiones con productos de las empresas Molinos, PepsiCo y Quilmes para comercializar en la provincia. Otro socio menor de la empresa Ledesma es Pedro Segura, vicegobernador y principal accionista de la cadena de Supermercados Comodín, quien contando con galpones llenos de azúcar vive remarcando el precio de este producto, una total especulación para llenarse los bolsillos a costa de la pobreza del pueblo trabajador. Jorge Nocetti, ex abogado de la empresa Ledesma, hoy Secretario de Turismo y Cultura de la provincia, es otro de los funcionarios afìn a los Blaquier. Pero la lista no termina ahí. Hasta el ministro kirchnerista Julio de Vido se arrodilló frente a Carlos Pedro Blaquier en la inauguración de la planta de Bioetanol de la empresa, y son conocidos los viajes por el mundo que CFK comparte junto a Nicholson, el representante de Ledesma en la Unión Industrial Argentina.
El estallido social por la vivienda, pone de nuevo sobre el tapete, un problema nacional que no fue resuelto por el kirchnerismo y que tampoco lo será durante un casi seguro segundo mandato de Cristina. En Ledesma es realmente dramática la situación de las familias trabajadoras y de todo aquel que pretenda acceder a una vivienda, ya que toda la tierra es propiedad de los Blaquier. Son ellos desde hace más de 100 años quienes deciden el destino del pueblo de Libertador Gral. San Martín o del departamento Ledesma. No hay nada que escape de sus manos, recordemos las trágicas noches de los apagones, cuando la empresa dispuso del corte de la energía eléctrica y sus propios camiones para la detención durante 5 noches de más de 400 trabajadores y jóvenes, de los cuales 36 aún permanecen desaparecidos. La asfixia y control social que genera esta patronal millonaria, sobre los cerca de 8 mil trabajadores y decenas de miles de pobladores se torna insoportable, y más temprano que tarde, estalla toda esa presión obrera y popular en contra de la patronal tal como sucedió el último 28 de julio, cuando se pasó de la ocupación a la resistencia a la represión, y de ahí a la generalización de los asentamientos.
Lo que ocurre en Libertador Gral. San Martín es una muestra de cómo las aspiraciones obreras y populares chocan con los planes de las patronales y el gobierno. Ya que Blaquier beneficiado por los Kirchner que le cobran exiguos impuestos, no quiere ceder ni una porción de tierras porque quiere avanzar en tener una mayor superficie de hectáreas con caña de azúcar, para así poder cumplir con 380 mil toneladas de azúcar para el mercado local y el exterior, y contar con más bagazo para la producción de papel. Pero sobre todo contar con más litros de alcohol para su mezcla con naftas, porque el gobierno le concedió la exención total de impuestos por 10 años para su producción de bioetanol.
La batalla de los más explotados y el despertar obrero
Ese día se desató una dura batalla con la policía luego del fracaso de las negociaciones que la CCC venía manteniendo con la intendencia de Ale y los negociadores con los que cuenta el gobierno, Llanos- diputado Nacional- y Rivarola- jefe de la bancada de diputados del PJ- hasta el 27 de Julio inclusive por la entrega de 15 hectáreas para viviendas. La patronal de Ledesma no toleró que se negocie a sus espaldas y empujó la orden de desalojo del Juez Samman. Las más de 700 familias asentadas en “El Triángulo” no dudaron en resistir y su acción desbordó a la CCC, desatando una dura batalla espontánea durante más de 6 horas enfrentando a la policía que desde la mañana reprimió con gases, balas de goma y balas de plomo, actuando con sus fuerzas de infantería y caballería en coordinación con la seguridad de Blaquier. Tampoco tardó en llegar el amplio apoyo de jóvenes trabajadores que se bajaron de los “trailers” de la empresa, que los llevaban a sus puestos de trabajo, para enfrentar la represión junto a sus conocidos del barrio, e incluso junto a sus familiares. Ellos no dudaron en sumarse a la batalla y hacer causa común con todos los sin techo. Son años y años de hacinamiento de tres o hasta cinco familias viviendo en una misma vivienda, sumado al odio a esta patronal superxplotadora, y a la policía que hostiga permanentemente a las familias trabajadoras en los barrios. Tal es así, que los tres caídos víctimas de la represión policial son trabajadores que no se encontraban ocupando tierras. Juan, Ariel y Félix eran sobre todo obreros abiertamente solidarios con la causa de las familias trabajadoras sin techo.
Se trata de un emerger a través de la acción directa de los sectores más explotados de la clase trabajadora. Durante los últimos años de recuperación económica, el gobierno incorporó a miles de trabajadores de los planes sociales en dependencias públicas, como son las porteras y porteros de los colegios que trabajan actualmente por $1.030 en negro; o a través de las cooperativas de trabajo que administran las organizaciones sociales realizando obras públicas en los municipios por $800, también en negro. Por su parte, el ingenio absorbió a cientos de desocupados (muchos de ellos organizados en la CCC) como trabajadores del citrus o del campo (zafreros) o en la misma industria azucarera y del papel, en su mayoría, con contratos precarios y temporales que alcanzan justo para sobrevivir, cobrando entre $1.800 y $2.282. Son los sectores menos beneficiados por el gobierno que de conjunto mantiene en Jujuy al 33% de los trabajadores en negro y ganando menos de $2.000. Contrariamente, los sectores de trabajadores en blanco y un amplio número de las clases medias inmersas en la ola consumista, sumado a los beneficios parciales que entrega el gobierno como la asignación universal por hijo, actúan elevando las aspiraciones de los más superexplotados, quienes terminan de asumir la acción directa- con huelgas, la toma de colegios, movilizaciones, los cortes de ruta, las ocupaciones de tierras- como única vía para conquistar lo que el kirchnerismo no da, cansados de las direcciones sindicales y sociales que terminan negociado soluciones parciales a la falta de vivienda, al trabajo en negro, a los salarios de hambre y a la desocupación.
La toma de predios de Ledesma S.A.A.I. por los más explotados comenzó semanas después del paro histórico por salario y mejores condiciones de trabajo de los trabajadores del ingenio Ledesma que dieron por tierra 23 años de tregua de la burocracia sindical.
Así es como la recomposición de la clase obrera ocupada que comenzó en el centro del país llega al interior más profundo, haciéndose carne en los obreros azucareros de Ledesma, en los trabajadores del citrus que luchan por mejores condiciones de trabajo contra la ley de la dictadura de trabajo agrario, en la lucha de las porteras de las escuelas por el pase a planta permanente y hasta en los trabajadores zafreros del ingenio La Esperanza que pelean por el blanqueo laboral. Este mismo sector obrero es el que con sus familias tomaron en sus manos la resolución del problema de la vivienda, poniendo en cuestión la concentración terrateniente de los Blaquier y de los demás terratenientes de la provincia. La clase obrera precarizada de Ledesma con sus familias se ha convertido en punta de lanza de una lucha que ha ganado la adhesión de amplios sectores de la clase obrera y el pueblo pobre.
Una bocanada de aire fresco que dio impulso a toda la población trabajadora y que señala el inicio de una nueva gimnasia de lucha y organización obrera en una fábrica estratégica para el dominio de la burguesía en el país. Así como la intervención del sindicato en el ‘75 y luego el apagón significó un duro golpe contra el conjunto de la clase obrera y el pueblo pobre, permitiendo que la empresa se muestre invencible y aumente su productividad y rentabilidad en base al sudor obrero, hoy con la huelga, las asambleas, las marchas y los asentamientos en las tierras que el ingenio Ledesma usurpó a los pueblos originarios, le demostramos a la patronal y al gobierno que la clase obrera se está poniendo de pie nuevamente. Pero tal como planteamos en la hoja especial del periódico Nuestra Lucha no se puede perder más tiempo y es necesario que la nueva conducción del SOEAIL tomé en sus manos el reclamo de la vivienda y organice a todos los trabajadores, afiliados y no afiliados, en una lucha común. Esta es una medida fundamental para que los sectores más explotados y sus familias ganen un aliado de peso decisivo para poder avanzar en una lucha unitaria y llegar a vencer a la empresa Ledesma, conquistando toda la tierra necesaria, mediante una expropiación sin pago y el desarrollo de un plan de obras públicas, bajo control de los trabajadores, financiado con impuestos a los grandes monopolios del azúcar, las mineras y los terratenientes del tabaco.
Nuestras tareas
La enorme energía desplegada por las familias trabajadoras y la juventud en Ledesma enfrentando la represión policial y luego extendiendo la toma de tierras guían nuestra militancia. Por eso, durante los últimos meses, mientras dimos una fuerte pelea electoral, apostamos nuestras fuerzas a lucha interviniendo el mismo día del desalojo en la primera fila de los enfrentamientos. Luego participamos junto a la juventud del PTS de las masivas movilizaciones unitarias en San Salvador y Ledesma, exigiendo el juicio y castigo de los responsables de la represión y la conformación de la comisión investigadora independiente. Repartimos en los asentamientos y en el ingenio mil ejemplares de la hoja del periódico Nuestra Lucha planteando asambleas de los delegados de las tomas para evitar las maniobras de los punteros del PJ y exigimos a la CTA y a los sindicatos que participaron de las movilizaciones, el paro y la lucha unitaria por la vivienda. Aportamos un programa y una militancia para triunfar.
Desde el PTS nos jugamos a volcar todas nuestras fuerzas para construir una izquierda de los trabajadores fuertemente ligada a la acción directa, al ataque a la propiedad privada para que los trabajadores podamos acceder a la vivienda y a la organización obrera para poder luchar por todos nuestros derechos y reivindicaciones que en todas estas décadas la empresa Ledesma y el gobierno nos negaron. Hoy la lucha de los más explotados de Ledesma es el fermento necesario e indispensable para construir una gran fuerza política de los trabajadores capaz de vencer al gobierno y a los grandes monopolios como Blaquier. Y como un partido se mide por lo que aporta a su clase, el PTS está empeñado en aportar a este objetivo.

jueves, 18 de agosto de 2011

CONSTRUIR UNA IZQUIERDA DE LOS TRABAJADORES


Por: Facundo Aguirre , Ruth Werner
El Frente para la Victoria se alzó con un amplio triunfo en las Primarias. La oposición patronal salió derrotada. Tanto el acuerdo de Alfonsín-De Narváez como el de Duhalde-Das Neves apenas superaron el 12% de los votos. El kirchnerismo logró plebiscitar su gestión y parece tener allanado el camino a la reelección en Octubre, con una oposición dispersa y desmoralizada.
Cristina Fernández logra recuperar influencia en sectores sociales que había perdido en las elecciones de 2009, cuando el escenario estaba dominado por la crisis política, producto del lockout agrario y los efectos -con suspensiones y despidos- de la crisis económica internacional. En esa oportunidad sólo había obtenido un tercio de los votos, ahora más del 50%. El Frente para la Victoria ha vuelto a ganar terreno entre los más pobres: los altos guarismos que muestra el tercer cordón de la provincia de Buenos Aires, donde había hecho buena elección Francisco De Narváez, volvieron al oficialismo. Pero también recobra espacio en las clases medias, como en Santa Fe, donde superó al Frente Amplio Progresista de Binner (ver nota) y en los sectores agrarios, como muestra la elección en el interior de Córdoba y en la misma provincia de Buenos Aires donde recibe importantes votos en Pergamino, Rojas o Colón. El “peligro” derechista con que los intelectuales de Carta Abierta llamaban a cerrar filas en apoyo a Cristina, ante el importante resultado en las elecciones de Macri, Del Sel e incluso De la Sota, se demostró una farsa.
En aquellas elecciones y en estas primarias primó un voto conservador. La primera razón de porqué CFK obtuvo esta cantidad de votos hay que encontrarla en la situación de relativa estabilidad económica que viene permitiendo que todos los oficialismos hayan obtenido victorias consecutivas. Pasó con Macri en Capital, con Sapag en Neuquén, con De la Sota en Córdoba y con el Frente Cívico y Social en Santa Fe. El gobierno no ganó por “nacional y popular”, ni por su supuesta lucha contra las corporaciones, sino por ser la expresión de un “status quo” donde los empresarios la “levantan en pala” y la clase media y sectores altos de la clase obrera logran participar del circuito “virtuoso” del consumo.
El mecanismo de las primarias para fortalecer a las fuerzas políticas capitalistas luego de su debacle en la crisis de diciembre del 2001 no ha logrado su objetivo con respecto a la oposición que salió muy golpeada. Sin embargo, el régimen pudo instaurar y legitimar en esta elección un filtro proscriptivo contra las minorías y un avance bonapartista como es la estatización de la vida interna de los partidos políticos, lo que sólo fue denunciado consecuentemente en la campaña del Frente de Izquierda que logró vencer el piso del 1,5 con que nos pretendían silenciar.
El FPV surge como el gran partido nacional ante el hundimiento de la oposición burguesa y la fortaleza de CFK obliga a la burguesía, que pese a sus jugosos negocios no confía plenamente en el kirchnerismo, a cerrar filas con el gobierno para enfrentar un próximo periodo donde se deberán tomar medidas en detrimento del pueblo trabajador para enfrentar el fantasma de la crisis mundial. Sin embargo, no hay que olvidar que el kirchnerismo debe también su victoria a la alianza con los barones del conurbano, con los gobernadores y la burocracia sindical, que seguramente presionarán al gobierno, abriendo contradicciones que serán base de futuras crisis políticas.
Del lado de la oposición patronal, la única noticia halagüeña para el régimen es el resultado que obtuvo la fuerza de Hermes Binner que sacó el 10,26% de los votos (ver nota). Esta fuerza que quiere ocupar el espacio de “centroizquierda” no sólo no representa una alternativa a los “viejos partidos” sino que incluso aparece en oportunidades a la derecha del kirchnerismo. El FAP de Binner, Juez y Stolbizer tiene un carácter mucho más burgués que cualquier centroizquierda que hayamos visto surgir en el país, como el Frente Grande de Chacho Alvarez o Proyecto Sur de Pino Solanas. Binner cogobierna hace años su provincia con la UCR, es un cabal representante político de las patronales sojeras y además, un garante de la impunidad de los asesinos de Pocho Lepratti, militante social de la CTA, caído en diciembre del 2001. Vergüenza debería darle a Víctor De Gennaro, fundador de esa Central, formar parte de esta alianza. Otra fuerza que dio la nota integrándose al FAP es Libres del Sur que primero apoyó al kirchnerismo cuando el conflicto con el campo y luego se hizo “sojera” yendo detrás de Binner y Norma Morandini.
Entre dos crisis
La clase obrera apoyó masivamente al kirchnerismo en las Primarias. Pero esta votación no implica una carta blanca de adhesión al gobierno, sino que eligieron a los K como opción conservadora para mantener lo conquistado. La crisis de 2001 con la hiperdesocupación y el posterior saqueo al salario con la devaluación de Duhalde dejaron profundas huellas en los trabajadores. Con los K, la economía logró recuperarse y con el crecimiento las patronales obtienen grandes beneficios mientras a la clase obrera sólo le ha tocado migajas del festín. Lo que el oficialismo llama el “nunca menos” no ha sido otra cosa –salvo para un sector de trabajadores en blanco- que salarios de miseria mientras persiste la inflación y los puestos de trabajo precario y en negro, donde muchos están obligados a dejar la vida en la fábrica para sobrevivir. A los más pobres, a los que no tienen trabajo les ha ido peor, sólo reciben la Asignación Universal. Pero esa crisis de 2001 sigue actuando como un látigo para la clase obrera que moldea una conciencia de “defender lo que hay” frente a la idea que propaga el kirchnerismo y la burocracia sindical de que si ellos no gobiernan a los trabajadores les va a ir peor. Esta conciencia se refuerza con una oposición patronal haciendo campaña contra los K que “nos aislaron del mundo”, cuando la actual crisis internacional pone a la orden del día planes de ajuste brutales en los países centrales, cuando las calles de Londres arden de furia con la rebelión de los jóvenes que no tienen futuro. Ante este escenario crítico el kirchnerismo aparece como un “mal menor”.
Sin embargo, los trabajadores no han votado a un “modelo que enamora” como gustan decir los K sino pensando, equivocadamente, que defienden sus intereses económicos inmediatos. Pero esas expectativas de defender lo poco que han logrado, tarde o temprano, chocarán con la realidad de la crisis mundial cuando esta descargue sus efectos sobre nuestro país. El caso jujeño, donde los trabajadores sin techo fueron reprimidos por las fuerzas represivas del Estado y las guardias blancas de los Blaquier, obligando a los ocupantes a ejercer su legítimo derecho a la autodefensa, y donde la lucha de clases fue más allá de la legalidad burguesa, es quizás una muestra de lo que vendrá. El gobierno no podrá ofrecer una salida a los trabajadores cuando golpee la crisis porque, como buen agente del capital (en concreto, los Blaquier en Jujuy son aliados del gobierno K), no va a enfrentar la voracidad de los patrones sino que intentará desarmar la resistencia, combinando un discurso de armonía entre las clases con una creciente represión a los que luchen. Ya pudimos ver un adelanto en el Parque Indoamericano contra los sin techo, en Santa Cruz contra los docentes y petroleros, o en la misma Jujuy. Sólo el Frente de Izquierda ha señalado en su campaña que la crisis mundial encontrará a los capitalistas y a sus políticos intentando descargar la crisis sobre las espaldas del pueblo trabajador. Sólo el Frente de Izquierda ha señalado que las conquistas obtenidas por la pelea de los trabajadores y el pueblo habrá que defenderlas con la lucha de clases.
Nosotros, la izquierda
El FIT logró superar el piso proscriptivo. Fue una pelea valiente que supimos dar a través de una gran campaña militante. Los 520.000 votos que recibimos constituyen un acto de defensa de los derechos democráticos del pueblo trabajador, para que no silencien a una corriente que milita activamente en las luchas obreras y populares, independiente del Estado y de los patrones, en un país donde ese Estado y esas patronales supieron hacer un genocidio contra la clase trabajadora. Queda por delante nuestro firme compromiso para seguir peleando por tirar abajo definitivamente la ley proscriptiva.
Pino Solanas y Proyecto Sur no lograron superar el piso del 1,5%, entre otras razones, por su propia cobardía política que los llevó a negarse a poner esa bandera en el centro del debate nacional. Una muestra más del derrotero del MST, hoy parte de Proyecto Sur, que se ha integrado completamente al régimen burgués; de impulsar junto a Solanas una alianza con Binner y Juez para “jugar en la cancha grande” terminaron rompiendo por “cargos” y realizando la peor elección de su historia junto a Alcira Argumedo.
Las altas votaciones recibidas por el FIT en las fábricas combativas (ver notas en páginas centrales), en la juventud estudiantil luchadora así como el apoyo de reconocidos intelectuales y artistas, son expresión política por un lado del “sindicalismo de base” clasista y también de una tendencia anticapitalista que ven en el Frente de Izquierda una referencia ante la crisis mundial. Un aliento para pelear por una perspectiva socialista, para fortalecer una izquierda de los trabajadores y avanzar en la construcción de un partido revolucionario.

viernes, 5 de agosto de 2011

CHRISTIAN CASTILLO: “A VOTAR AL FIT EN LAS PRIMARIAS PARA EVITAR LA PROSCRIPCIÓN”


CHRISTIAN CASTILLO, DIRIGENTE DEL PTS Y CANDIDATO DEL FRENTE DE IZQUIERDA, EN CAMPAÑA NACIONAL LLAMA “A VOTAR AL FRENTE DE IZQUIERDA EN LAS PRIMARIAS PARA EVITAR LA PROSCRIPCIÓN”

(02-08-2011) Christian Castillo, dirigente del PTS y candidato a vicepresidente por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, continúa su recorrida nacional de campaña ante las elecciones primarias del 14 de agosto.
Tucumán: El miércoles 3 de agosto estará en Tucumán, donde visitará a los autoconvocados en defensa de la salud pública y realizará una charla junto a candidatos locales del Frente de Izquierda en la Casa de Cultura Tucumán Arde, Entre Ríos 303, a las 18:30 horas.
Jujuy: El jueves 4 visitará la conmocionada provincia de Jujuy. Castillo se hará presente para solidarizarse con los ocupantes de tierras en Ledesma y dará una charla a las 19 horas en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Jujuy, Otero 262.
Rosario: El viernes 5 Christian Castillo será uno de los panelistas en la charla debate “Intelectuales, el kirchnerismo y la izquierda”, junto a Carlos del Frade, Ariel Petruccelli, Aldo Casas y Marisa Germain. Será a las 18 horas en la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario.
Paraná (Entre Ríos): El sábado 6 Castillo se hará presente en la ciudad de Paraná, provincia de Entre Ríos, donde dará una charla por la tarde impulsada por el Comité local de apoyo al Frente de Izquierda y de los Trabajadores.
Castillo viene de recorrer la semana anterior las localidades de Santa Rosa (La Pampa), Tandil y Olavarría (Provincia de Buenos Aires), Villa María y Córdoba Capital de la provincia mediterránea y Mendoza, donde el sábado pasado realizó un acto junto a los candidatos locales del Frente de Izquierda.
Castillo señaló que “en todo el país se escuchan por parte de los trabajadores reclamos similares: falta de vivienda, los bajos salarios, la precarización laboral… El reclamo por vivienda en Jujuy no es exclusivo de esta provincia, sino una carencia de los sectores populares y también de parte importante de las clases medias en todo el país, ya que la suba de los inmuebles producto de la especulación inmobiliaria hace cada vez más difícil poder pagar un alquiler. El Frente de Izquierda es la única fuerza política con un programa para dar satisfacción a estas demandas obreras y populares. Es porque decimos algo que no se escucha en boca de los candidatos patronales que nos ponen un piso proscriptivo en las internas de agosto para impedir o limitar la presencia de nuestros candidatos en octubre. Llamamos a votarnos el 14 de agosto no solo a los que comparten todas nuestras ideas sino a quienes no acuerden con que nos cercenen el derecho democrático a estar en las elecciones generales”.

Secretaría de Prensa del PTS


Partido de los Trabajadores Socialistas

Secretaría de prensa PTS Avellaneda


Adrián Criscione: 11-5944-8246
Analía Micheloud: 11-3337-2468
Gabriela Boyadjian: 11-6546-5795



SOLDATI Y LEDESMA, LAS NUEVAS BATALLAS DE LOS EXPLOTADOS

Manolo Romano
Por segunda vez en 8 meses, vuelve a emerger la Argentina de los explotados desafiando la concentración de tierras en pocas manos y la falta de vivienda de millones de familias trabajadoras.
El Estado “presente” que pregonan los K se mostró, primero en Soldati y ahora en Ledesma, como un Estado gendarme que ante ambos levantamientos cometió un triple crimen contra los trabajadores sin techo. Los kirchneristas que se hacen gárgaras desde 678 con la “gran epopeya” de la 125 contra los dueños de la tierra, han respondido, por segunda vez, en su defensa. Los que se jactan que con el 17 de octubre del peronismo la clase trabajadora argentina adquirió “ciudadanía política”, han respondido, en defensa del Patrón Costa de este tiempo, don Blaquier, intentando aplastar al actual “subsuelo de la patria sublevado”.
El pacto reaccionario que cerraron Macri y Cristina ante la emergencia habitacional con la ocupación del Indoamericano, después de derramar la sangre de trabajadores inmigrantes, no dio una sola vivienda. El denunciante de aquellas primeras ocupaciones ante la justicia que desató la represión de la Metropolitana y la Federal, fue Sergio Schoklender, el empresario de los “derechos humanos y habitacionales”. Los aparatos territoriales del macrismo y el peronismo actuaron en pinzas con la Gendarmería. Las ocupaciones fueron desactivadas con promesas, y el gobierno parió el ministerio de Seguridad de Garré. Tal fue el pacto reaccionario, con muertes impunes, de Macri y los K, que el tema ni se tocó en la campaña de Capital aunque, entre globos y corazones, militarizaron la zona sur de la CABA demostrando que la Gendarmería que se instaló aquella vez en Soldati había llegado para quedarse. Pero Ledesma muestra que también llegó para quedarse la tendencia a la irrupción de miles de familias sin vivienda que volvieron a brotar de la tierra en Jujuy, alrededor de los ingenios del monopolio Blaquier.
Esta vez la presidenta había adelantado una propuesta de “solución estratégica”. Un día antes de la sangrienta represión en Ledesma, CFK estuvo con el gobernador de Jujuy, Walter Barrionuevo, anunciando en Salta la inauguración de lo que llamó “una cárcel modelo de Latinoamérica” para el Noroeste argentino. Como es usual, todo el kirchnerismo, empezando por el propio gobernador jujeño, salió a deslindar sus responsabilidades políticas del nuevo triple asesinato. Los que dicen que el kirchnerismo recuperó el papel de la política y “ya no gobiernan las corporaciones”, descubren ahora que, en el NOA, el “poder real” del monopolio de la familia Blaquier es la verdadera autoridad de jueces y policías. Dicen que quieren “mantener a Jujuy en el siglo XIX”, cuando los subsidios provenientes de la Anses, con los fondos de los jubilados, como los que recibe Blaquier, son una moderna construcción del siglo XXI del “modelo” K. También son una columna vertebral del “modelo” los millonarios subsidios de De Vido a los popes de la Cámara de la Construcción, que se ha mantenido siempre K, y para la cual trabajan en condiciones precarias los inmigrantes bolivianos y paraguayos (víctimas del mayor índice de muertes laborales), como los asesinados en Villa Soldati: no solo ello, la propia camarilla gobernante es una experta en negocios inmobiliarios, de Santa Cruz a Puerto Madero. Asi lo certifica el deschave del “garantista” juez de la “renovada” Suprema Corte, Eugenio Zafaroni que confesó no saber para qué se utilizaban las 15 propiedades que posee en la Capital (como buen especulador inmobiliario, no tenía por qué interesarle de donde provenían las ganancias de su inversión), en la misma ciudad en que la Justicia condena las tomas de predios ociosos de miles que se arrojan sobre un pedazo de suelo para tener donde caerse muertos. ¿No hemos llegado a leer en los blogs de los intelectuales K que la inversión de Néstor Kirchner en superhoteles en Santa Cruz estaba justificada porque el peronismo no es un “partido clasista”, sino que siempre tuvo sus millonarios, como el histórico Jorge Antonio? De ahí en más, podemos esperar cualquier tipo de argumento para salvar la cabeza del gobernador K Barrionuevo. El fondo de su pensamiento es que mientras la derecha de Sobisch fue -como cualquier principiante de La Cámpora sabe- responsable del crimen del maestro Fuentealba, en cambio esta derecha que representan los gobernadores como el de Jujuy o Insfrán en Formosa es la derecha del “proyecto nacional”.
Las burocracias de las centrales sindicales encabezadas por Moyano y Yasky, nuevamente, como en el Indoamericano “lamentaron las trágicas muertes” pero no hicieron nada por el masivo reclamo de vivienda ni responsabilizaron al gobernador K. En Ledesma, en pleno período electoral, la Legislatura provincial debió dictar una ley de expropiación de 40 hectáreas a los Blaquier (con pago de indemnización y a cambio de permitirle deforestar otras tierras fértiles para su beneficio) para descomprimir. Pero las ocupaciones de tierra se extendieron aun más en la provincia (ver páginas 4 y 5).
El secretario del Sindicato Azucarero de Ledesma, Bautista, alertó en los medios: “Queríamos que hoy empiecen los arreglos en el terreno, pero vemos que todo sigue igual. Queremos una reunión con el gobernador para conocer en qué se avanzó. Los mismos policías tomaron las tierras. Acá hay docentes, empleados municipales. La situación es desesperante y no queremos que llegue a una guerra civil”.
¿Exagera? En cierta medida, coincidió con Trotsky sin saberlo, quien define los distintos momentos de “guerra civil” como: “una etapa determinada de la lucha de clases cuando ésta, al romper los marcos de la legalidad, llega a situarse en el plano de un enfrentamiento público y, en cierta medida físico, de las fuerzas en oposición. Concebida de esta manera, la guerra civil abarca las insurrecciones espontáneas determinadas por causas locales, las intervenciones sanguinarias de las hordas contrarrevolucionarias, la huelga general revolucionaria, la insurrección por la toma del poder y el período de liquidación de las tentativas de levantamientos contrarrevolucionarios”.
En este sentido amplio, las batallas en el Indoamericano y en Ledesma son momentos de ruptura de los marcos de la legalidad burguesa, elementos de guerra civil primarios y en una situación de crecimiento económico en la que, centralmente, impera el conformismo social. No son los levantamientos de desocupados de la hiper-recesión de los 90, pero expresan un fenómeno de masas (que toca hasta las familias de policías en Jujuy). Se dan por el crecimiento de la economía que creó millones de puestos de trabajo precario. Junto a sectores sin empleo, lo emergente son las capas más bajas de la clase trabajadora que entran a escena por mejorar su situación (como, también, pasó con los ferroviarios tercerizados del Roca). Son aquellos a los que no les alcanza con el “nunca menos” de la asignación por hijo. En Soldati fueron albañiles y trabajadores en negro de las textiles, que no podían pagar alquileres altísimos en las villas de la CABA. Lo mismo sucede ahora en Ledesma, con los trabajadores de los citrus o los municipales de bajos salarios. Su demanda ataca un problema estructural del capitalismo: el enorme déficit de viviendas que “el modelo” de “paritarias de trabajadores en blanco + AUH” no resuelve. Por el contrario, el kirchnersimo se ha valido de la concentración de la tierra, urbana y rural, y de la especulación inmobiliaria.
Si esto es así con ocho años de ascenso de la economía nacional, ¿se puede pensar en una salida en manos de la clase dominante cuando golpee decididamente las puertas de la Argentina la crisis capitalista internacional que está en pleno desarrollo en los países centrales?
La corriente nacional que impulsa el PTS con el periódico Nuestra Lucha tiene la estrategia de unir las filas de los trabajadores, empezando por defender el derecho de los sin tierra y vivienda a la acción directa por sus necesidades vitales y exigiendo el castigo a sus asesinos. Hay que romper las fronteras que dividen a la única fuerza social capaz de dar una salida levantando las demandas de todos los explotados y oprimidos, y construir un partido capaz de vencer, quebrando la resistencia de los explotadores. Como cuando nos hicimos presentes con una columna en Villa Soldati para expresar nuestra hermandad de clase, hemos sido parte en las marchas y acciones de repudio en todo el país, desde Neuquén a la Capital, y en la propia Jujuy exigiendo un paro nacional para que se vaya el gobernador Barrionuevo, la expropiación de las tierras de Blaquier y los latifundistas, y poner todos esos recursos para un gran plan de viviendas para todos controlado por los trabajadores y ocupantes sin techo.
El programa que está al orden del día para satisfacer esta demanda de masas no es planteado, obviamente, por ninguna de las fuerzas políticas patronales en pugna en el actual proceso electoral. Y a la única que lo plantea, el Frente de Izquierda, la intenta proscribir esta democracia para ricos mediante la contrareforma electoral del 14 de agosto. Una comprobación más de la justeza de la pelea política de principios por romper la barrera impuesta por el régimen y llamar a votar al Frente de Izquierda y de los Trabajadores.

martes, 26 de julio de 2011

El Frente de Izquierda presenta recurso para que el Estado reparta las boletas el 14 de agosto

"El  mismo  Estado  que  ha  impuesto  estas  Primarias 
ahora  se  declara  incompetente  de  poder  cumplirlas"
(Frente de Izquierda, 26/07/2011) El Frente de Izquierda se presentarán mañana miércoles 27 a las 9 hs. ante la Cámara Nacional Electoral para presentar una impugnación a la resolución del Juez Federal con competencia electoral de la provincia de Buenos Aires, Dr. Humberto Blanco, que dictaminó que su Juzgado no tomará a su cargo la distribución de las boletas de sufragio poniendo esta carga en manos de las agrupaciones políticas.
En el escrito se destaca que "el mismo Estado que ha impuesto estas Primarias ahora se declara incompetente de poder cumplirlas" y denuncia que la resolucion del Dr. Blanco "viola derechos constitucionales, y es discriminatoria, proscriptiva, antidemocrática. Esto es así porque de aplicarse esta inédita resolución obligaría a las agrupaciones a disponer para el 14 de agosto de una logística tal que sólo quienes detentan el poder de los aparatos del Estado (nacional, provincial o municipal) podrían lograr que sus boletas electorales estén en todas las mesas de escrutinio de toda la provincia de Buenos Aires. El Frente de Izquierda cuenta con miles de militantes y simpatizantes, nucleados fundamentalmente en el denominado Gran Buenos Aires. Con 307.571 km² de extensión (aproximadamente la superficie de Italia), es la provincia más extensa del país. Hay ciudades y pueblos de esta provincia que se encuentran a más de 800 kilómetros de distancia del Gran Buenos Aires. Es evidente que no es lo mismo movilizar militantes para fiscalizar el comicio, que movilizar un verdadero ejército de personas para que lleguen simultáneamente el 14 de agosto a las 8 hs a las 31.519 mesas en 4.159 establecimientos de votación munido cada uno de ellos con miles de boletas que se imprimen y se distribuyen desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Dicha operación es directamente impracticable para agrupaciones como el Frente de Izquierda y solo favorece a los partidos de gobierno nacional, provincial y eventualmente municipales o que cuentan con recursos financieros millonarios. Esto se agrava siendo la provincia de Buenos Aires la que cuenta con el 37,5% del padrón nacional. La exclusión de las boletas del Frente de Izquierda en numerosas mesas de este distrito atenta aún más a la ya proscriptiva norma que nos impone superar el umbral del 1,5% en las Primarias del 14 de agosto para poder postular candidatos en las generales del 23 de Octubre".


Frente de Izquierda y de los  Trabajadores


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